Todo es transitorio ¿Sabes dejar ir?

«Cuando dejo ir lo que soy, me convierto en lo que podría ser”. – Lao Tzu

Hace mucho tiempo un monje comprendió el sufrimiento humano y desarrolló la benevolencia y la compasión. Se cuenta que entre sus primos se encontraba uno muy malo, siempre celoso de aquel monje, empeñado en desacreditarle, el primo incluso estaba dispuesto a matarlo.


Cierto día la ocasión se presentó cuando el monje estaba paseando tranquilamente, su
primo, a su paso, le arrojó una pesada roca desde la cima de una colina con la intención de acabar con su vida. Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del monje y su primo no pudo conseguir su objetivo.


El monje se dio cuenta de lo sucedido y permaneció sereno, sin perder la sonrisa de los labios. Días después el monje se cruzó con su primo y lo saludó afectuosamente, muy sorprendido su primo le preguntó:


– “¿No estás enfadado?
– No, claro que no. Sin salir de su asombro insistió.
– “¿Por qué?” y el monje le dijo:
– “Porque no eres ya el que arrojó la roca, ni soy yo el que estaba ahí cuando fue arrojada”.

Y tú…

¿Estarías dispuesto a perdonar a una persona que envidia tu vida?, ¿Por qué?

Pídeselo a Dios…

“Dios nuestro,

perdona nuestras ofensas

como nosotros perdonamos

a los que nos ofenden,

y así, ser el reflejo de tu amor”.

Amén.

CCXCIX
Dirección de Pastoral

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