NOVIEMBRE

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28 -Noviembre -2018

Un milagro puede tardar una vida
“El camino para llegar a Cristo es acercarse a María”

El 14 de agosto de 1941, los nazis asesinaban al P. Maximiliano Kolbe, franciscano polaco de 47 años. Se había entregado voluntariamente para sustituir a otro preso injustamente condenado a muerte.  Un apasionado de la Medalla Milagrosa.

Poco antes del comienzo de la guerra, Kolbe había hecho en Varsovia una visita atrevida a un señor apellidado Stempowski. Se trataba del Gran Maestre de la logia de la masonería polaca.  La entrevista fue breve. Rezaremos por usted, le  dijo  Kolbe para despedirse. Luego añadió: Usted tiene muchas cosas, ¿podría aceptar una más? Kolbe le ofreció una Medalla Milagrosa. El gran masón la aceptó por cortesía y la colocó en su cartera.

En 1945, al finalizar la guerra, la gesta y la fama de Kolbe llenaba la prensa polaca. Stempowski,  al ver los periódicos recordó con gusto al sencillo franciscano que lo había visitado y le había dejado una medalla. Tiempo después, Stempowski, que estaba enfermo, comenzó a sentirse grave, y falleció.

Muchos católicos de Varsovia, que sabían del Gran Maestre masónico se preguntaban porque le celebraban a él un cálido funeral católico. Pero, algunos entonces y otros después fueron conociendo la verdadera historia final de Stempowski; se había convertido y reconciliado y había fallecido en la fe católica, besado la Medalla que Kolbe le había dado años antes.

Pídeselo a Dios…
«Dios que a intercesión de la Medalla Milagrosa, pueda ir descubriendo los misterios de tu amor»
Amén

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Señorita Labouré
¿Qué descubres al servir?
“Es bueno cuidar; huye ahora, pero un día te sentirás feliz de servir”

Nació el 02 de Mayo de 1806 en Francia, tenía el sobrenombre de Zoé que significa “vida”, debido al santoral; es la octava hija de 17 hermanos, su madre murió cuando tenía 9 años y queda a cargo de una tía. A los 12 años se convierte en una adolescente trabajadora y responsable, al lado de su tía ponen “en marcha” la casa para atender a sus hermanos, trabajadores y animales de campo.

Joven de ojos azules, alegre, pacífica y con experiencia en la dedicación, asistía a las fiestas de los pueblos vecinos con sus amigas, imponiendo tranquilidad ante discusiones, compartiendo dulces a los niños y siempre valiente ante sus decisiones aunque otros estuvieran en contra. Aun sin saber leer y solamente sabiendo escribir su firma, comienza a tener “visiones”, que poco a poco se convertirán en su llamado a ser Hija de la Caridad; siendo ya religiosa, tuvo hermosos encuentros con la Virgen María, que ella guardaba en su corazón, es decir de incógnito, pues nadie veía nada de extraño en Catalina; simplemente una mujer fuerte, que sabe leer y escribir, de carácter bueno y de espíritu y juicio brillantes, piadosa y trabajadora en la virtud; sólo sus confesores sabían de sus visiones, las cuales se revelaron después de su muerte.

En sus últimos años de vida, sufrió de amnesia, olvidando casi todo, por lo que le quitan algunas obligaciones y la dejan solamente atendiendo la portería, poco a poco empeora y adormece el 31 de diciembre de 1876.

Y tú…
¿Cómo pones en «marcha» el servicio para los demás?

Pídeselo a Dios
«Dios nuestro concédenos la gracia de escuchar y ser atentos a las palabras que nos ayudan a crecer»
Amén

 

Damian-Lopez

Damián López
¿Conoces tus capacidades?
“Ten el deseo de mostrar a la gente que puedes hacer cosas que ellos creen que no puedes”

Nacido de la Habana, Damián tuvo siempre dos pasiones desde niño: los cometas y las bicicletas. Actualmente es un ciclista que perdió sus antebrazos en un accidente, cuando sólo tenía 13 años.

En un día normal, el vio un cometa enredada en los cables de la luz, y sin pensarlo fue por ella, se enredó en los cables y recibió una descarga eléctrica de 13,000 voltios que le dejó quemada la parte superior de su cuerpo. Tuvieron que amputarle sus antebrazos y su rostro le quedó completamente desfigurado, duró dos años en la cama, uno en el hospital y otro en la casa, le dijeron que no podía volver a montar bicicleta, lo intentó y después de un tiempo lo logró.

En maratón del 2003 por el Malecón de la Habana conoció a Tracy Lea, su amiga y benefactora que le ayudó con la visa a E.U. y patrocinadores. A sus 34 años Damián se preparó para una competencia en Canadá y para los juegos Paralímpicos de Londres 2012. Su bicicleta esta modificada para sus necesidades.

La gente con la que competía veía potencial en él, sorprendidos por su rendimiento y estabilidad teniendo en cuenta que no tiene brazos; es también inspiración para sus doctores, fisioterapeutas y amistades que le acompañaron en su recuperación.

¿Y tú…?
¿Cuál es el obstáculo más grande que has vencido?

Pídeselo a Dios…
«Dios nuestro» concédenos la gracia y el poder de aprovechar cada instante de nuestra vida.
Amén