¿Cuánto tiempo has sido feliz?
“La felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace.” – Jean Paul Sartre
Esta es la historia de un buscador que su principal objetivo consiste en buscar continuamente. Movido por su ansia de búsqueda, un día sintió la necesidad de visitar la ciudad de Kammir, así que partió sin pensárselo. Después de andar durante dos días el buscador divisó a lo lejos la ciudad de Kammir. Pero antes de llegar, mientras atravesaba una colina, se fijó en un sendero que partía hacia la derecha con árboles muy verdes y flores muy hermosas. El buscador no pudo resistir la tentación de desviarse. Además de unas graciosas mariposas de colores, el buscador se fijó en que el camino estaba salpicado de pequeñas piedras blancas. Pero al acercarse leyó una inscripción que decía:
– “Tareg, vivió 7 años, 5 meses, 1 semanas y 3 días”. De pronto su alma se entristeció cuando se dio cuenta de que se trataba de la lápida de un niño. Entonces se acercó a otra piedra y leyó: – “Kaleb, vivió 3 años, 5 meses y 2 semanas”.
Así, encontró en el camino muchas otras lápidas. Pero, ¿cómo era posible? ¿Por qué todos morían tan jóvenes? ¿Qué pasaba en aquel lugar? Comprobó que todas las piedras pertenecían a niños. El que más había vivido solo tenía once años.
Y el buscador, totalmente abatido, se sentó junto a un árbol y rompió a llorar. Entonces un lugareño que pasaba por allí lo vio, se acercó a él y le preguntó:– ¿Puedo ayudarle señor? ¿Qué le sucede? – Quizá pueda explicarme qué maldición reina sobre en esta ciudad. ¿Por qué mueren tantos niños? El hombre sonrió y le dijo: – No existe ninguna maldición. Se lo explicaré. Resulta que en este lugar tenemos una tradición. Cuando los niños cumplen 15 años, creemos que comienza su etapa adulta y les entregamos un cuaderno como el que llevo colgado al cuello. En él uno debe apuntar todos los momentos maravillosos que ha vivido y el tiempo que duraron. A la izquierda se anota el acontecimiento que le hizo feliz y a la derecha, cuánto duró ese momento. Por ejemplo, el primer amor, un viaje que te hizo feliz o el nacimiento de un hijo. Al final, cuando esta persona muere, se abre su cuaderno y se suma todo el tiempo que realmente fue feliz. Y esa es su edad de vida. El buscador quedó realmente impresionado ante la sabiduría de aquella gente.
Y tú…
¿Cuánto tiempo has sido feliz y qué harás para serlo por muchos años más?
Pídeselo a Dios…
Dios nuestro
que tengamos presente,
todas nuestras alegrías,
para gloria tuya.
Amén.