¿Cómo está tu corazón?
“Nos hiciste para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti.” – San Agustín
“¿Cómo ha amanecido hoy tu corazón, hermano?”, preguntaba el indígena al joven de la ciudad que había llegado hasta la montaña para compartir la vida sencilla y limpia del campesino. Y el corazón del joven no sabía dar respuesta.
Así un día y otro día hasta que el joven, al despertar, escuchaba en silencio su corazón; había palpado su corazón. En los últimos días de su experiencia en la paz y el silencio de la montaña, el joven había descubierto que tenía corazón; había palpado su corazón; había aprendido a amar y ver en lo profundo de su corazón. Al dejar la montaña el joven preguntó al campesino: “Hermano mío, ¿Cómo amaneció hoy tu corazón?”. Y el indígena dándole un abrazo sincero le dijo ; “Hoy bien, mañana, no lo sé.“
El corazón, amigo, es lo más bello y delicado que habita dentro de ti. Es como la raíz de tu vida. Es como el manantial de tu río. Si tu corazón está vivo, todo tu ser será luminoso y transparente. Si tu corazón está dormido, todo tu ser será apagado, indiferente y gris. Si tu corazón siente y ama, todo tu ser estará dispuesto a la ayuda, al abrazo, al encuentro. Si tu corazón está lleno de Dios, todo tu ser será una fiesta continua.
Y tú…
¿Prestas atención a lo que siente tu corazón? ¿Qué sentimientos hay en el?
Pídeselo a Dios…
Dios nuestro
ponemos en tus manos
las inquietudes de nuestro corazón,
pues solo en ti
encuentra la paz.
Amén.