El abuelo y su nieta

¿Ves con los ojos de corazón?

“La infancia conoce al corazón humano”Edgar Allan Poe

Cuenta un abuelito, que un día salió con Alejandra, su pequeña nieta, fueron al jardín de niños. Pues hubo una fiesta en el jardín, ella fue vestida de princesa con vestido de encaje blanco y zapatillas de cristal.

La cabellera de Ale era un pequeño sol que iba con ella a todas partes; su sonrisa hacía que sonriera el mundo, y con sus ojos podía hacer que la más nocturna noche se convierta en día.

Por el camino la vio una señora que iba pasando y exclamó con tristeza: – ¡Ay!, ¡cómo a mí no me dio Dios una niña! –

A lo que el abuelito le respondió: – No esté triste, señora. A todos nos da Dios una niña. Nos la puede dar en la forma de una madre, de una esposa, de una hija o una nieta. En toda mujer hay una niña, lo mismo que en cada niña hay ya una mujer-.

Y terminó diciendo: Recuerda que, cuando vemos con ojos puros, vemos la vida con los ojos de Dios, justamente y sin prejuicios.

Y tú…

¿Cómo mantienes vivo a el niño o la niña interior de los demás?

Pídeselo a Dios…

Dios nuestro,
que nuestros ojos
puedan ver siempre
la pureza de los demás.
Así sea.

CCCLVIII
Dirección de Pastoral

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