20 – Noviembre – 2018
¿Qué descubres al servir?
“Es bueno cuidar; huye ahora, pero un día te sentirás feliz de servir”
Nació el 02 de Mayo de 1806 en Francia, tenía el sobrenombre de Zoé que significa “vida”, debido al santoral; es la octava hija de 17 hermanos, su madre murió cuando tenía 9 años y queda a cargo de una tía. A los 12 años se convierte en una adolescente trabajadora y responsable, al lado de su tía ponen “en marcha” la casa para atender a sus hermanos, trabajadores y animales de campo.
Joven de ojos azules, alegre, pacífica y con experiencia en la dedicación, asistía a las fiestas de los pueblos vecinos con sus amigas, imponiendo tranquilidad ante discusiones, compartiendo dulces a los niños y siempre valiente ante sus decisiones aunque otros estuvieran en contra. Aun sin saber leer y solamente sabiendo escribir su firma, comienza a tener “visiones”, que poco a poco se convertirán en su llamado a ser Hija de la Caridad; siendo ya religiosa, tuvo hermosos encuentros con la Virgen María, que ella guardaba en su corazón, es decir de incógnito, pues nadie veía nada de extraño en Catalina; simplemente una mujer fuerte, que sabe leer y escribir, de carácter bueno y de espíritu y juicio brillantes, piadosa y trabajadora en la virtud; sólo sus confesores sabían de sus visiones, las cuales se revelaron después de su muerte.
En sus últimos años de vida, sufrió de amnesia, olvidando casi todo, por lo que le quitan algunas obligaciones y la dejan solamente atendiendo la portería, poco a poco empeora y adormece el 31 de diciembre de 1876.