Carta a Sor Bárbara
Cuidad mucho de los pobres. Estad bien unidas entre vosotros y rezad con insistencia a la Santìsima Virgen
Apreciada Hermana: Estoy muy preocupada por la enfermedad de nuestra querida hermana, a quien de todo mi corazón saludo muchas veces a los pies de Jesucristo, exhortándola por su santo amor a que no se deje dominar del tedio, y a que en sí misma vea cuánta necesidad tienen nuestros señores los pobres enfermos de asistencia, de cordialidad y mansedumbre. Este es el estadio en que mejor pueden manifestar su fidelidad en amar la santísima voluntad de Dios.
Y en cuanto a usted, muy amada Hermana (Sor Bárbara), aunque no dudo de que la atendéis con todo cuidado, sin embargo, os ruego que cuanto antes llaméis un médico, sin descuidar por esto a los enfermos de la parroquia. No dejéis, pues, de visitarlos, y os lo ruego muy encarecidamente, pues aunque ya los atienden con mucha solicitud y cariño a los pobres, será, no obstante, muy bien visto que os ocupéis de ellos de un modo particular.
Con la esperanza de que Nuestro Señor bendecirá vuestros cuidados, le suplico que les dé mucha fortaleza y valor para vencer las pequeñas dificultades que habréis de encontrar, quedo en su santo amor, vuestra humilde hermana y servidora.
LUISA DE MARILLAC
P.D. Si os hace falta otra Hermana, os ruego me lo digáis.
Y tú…
¿Cómo promueves el amor y el ánimo al enfermo?
Pídeselo a Dios…
«Dios nuestro, que seamos un gesto de amor en la enfermedad delpròjimo y concèdemos siempre la salud»
Amén