Cupido y Psique
¿Dónde quedó el amor?
“La mejor manera de saber si puedes confiar en alguien es confiando”
9 – octubre- 18
Los reyes de un país tenían tres hijas y la más pequeña, llamada Psique, era tan bella que los hombres olvidaban hacer sus ofrendas a Venus. Por ese motivo la diosa ordenó a Cupido que le disparara una flecha para que se enamorara del hombre más feo del mundo, pero el dios, accidentalmente se pinchó con una de sus flechas y quedó perdidamente enamorado de Psique.
Los padres, viendo que seguía soltera, consultaron al oráculo que les dijo que debía unirse a un monstruo que vive en lo alto de una montaña. Psique se dirigió a cumplir su destino y al llegar a lo alto del monte, “Céfiro” (el viento del oeste) la dejó en una cueva llena de joyas. En la oscuridad fue visitada por el monstruo que no era otro que Cupido que había sobornado al oráculo; el dios Cupido le pidió que jamás encendiera una luz, pues temía ser reconocido por las alas. Un tiempo más tarde Psique se encontró con sus hermanas y explicó que el “monstruo”, su marido, la trataba estupendamente, sin embargo, ellas la convencieron de que debía acabar con él por tratarse de un monstruo, convencida de la idea, Psique volvió a la cueva armada con una daga, pero no se decidía a matarlo. Encendió una lamparilla para observarlo mientras dormía y descubrió que era Cupido. Asombrada, se le cayó la daga de las manos y cogió una de las flechas del dios para atacarlo por el engaño; la joven se pinchó y en un instante quedó enamorada de él.
Desgraciadamente, una gota de aceite de la lámpara cayó en la espalda de Cupido que despertó y exclamó: “el amor no puede vivir donde no hay confianza”. Desengañado, el dios se alejó de la cueva para no regresar.
Y tú…
¿Qué haces para cuidar la confianza que te brindan los demás?
Pídeselo a Dios…
“Dios nuestro,
bendice y cultiva
en nuestras relaciones humanas
un amor basado en la
confianza y el respeto”.
Amén