¿Te has halagado más de la cuenta?
El orgullo que se alimenta con la vanidad acaba en el desprecio
En una selva habitaba un gran jabalí, que además de prepotente, tenía aires de superioridad y vivía constantemente adulándose a sí mismo. Vivía pregonando que no tenía rival, y que en algún eventual combate no había animal que pudiera devorarlo o superar todas sus habilidades. Pero ni él mismo se imaginaba lo que le iba a suceder un tiempo después.
En vista de la actitud del jabalí, los animales le tenían mucho respeto, de hecho, al igual que él, creían que este animal no tenía rival que lo venciera en una batalla.
Resulta que llegó un día no esperado por el jabalí: en el camino se encontró una pantera con mucha hambre, que al visualizar al jabalí decidió ir por él, para que se convirtiera en su alimento del día. Por supuesto que el engreído no iba a dejar pasar la oportunidad para demostrar todas aquellas habilidades y poderes que según él tenía, y que según nadie lo iba a vencer.
La pantera no tuvo muchos inconvenientes para devorarlo, y los habitantes de la selva se dieron cuenta que todo lo que decía ser el jabalí, no era cierto.
Y tú…
¿Cómo actúas frente a la arrogancia?
Pídeselo a Dios…
«Dios nuestro, ayúdanos a ser humildes para aceptar nuestra persona,no dejarnos llevar por apariencias y así vencer nuestro egoìsmo»
Amén