¿Siempre hablas de lo que piensas hacer?
“Un hombre con pereza es un reloj sin cuerda”.
Era invierno, hacía mucho frío y todos los caminos se encontraban helados. El burrito estaba cansado y no tenía ánimo para regresar al establo.
– ¡Ea, aquí me quedo! se dijo, dejándose caer al suelo.
Un pajarito amigo suyo se fue a posar cerca de su oreja y le dijo: -Burro, buen amigo, no estás en el camino sino en un lago helado.
– ¡Déjame, tengo sueño! – y con un largo bostezo, se quedó dormido.
Pero poco a poco, por el peso del burro, el hielo se fue rompiendo y el burro se despertó al caer al agua. Empezó a pedir socorro, pero nadie pudo ayudarle, aunque el pajarito bien lo hubiera querido, y se ahogó en el lago.
Moraleja: Nunca te dejes ganar por la pereza.
Y tú…
¿Qué actividades te dan pereza y cómo lo afrontas?
Pídeselo a Dios…
“Dios nuestro,
líbranos de la pereza
que nuestra vida no se estanque,
ayúdanos a progresar y superar
cualquier obstáculo”.
Amén